Redacción
La goleada en Anfield ante el Liverpool (2-5) dejó un pequeño lunar en la alegría de un Real Madrid que ya saborea el pase a los cuartos de final de la Champions League. La victoria dejó secuelas físicas que pueden pasar factura en los próximos compromisos, ya que David Alaba y Rodrygo no pudieron acabar el encuentro por lesión.
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El caso que más preocupa es el del defensa austriaco, que tuvo que ser sustituido antes de la media hora de juego por Nacho, después de sufrir un tirón al perseguir una incursión de Henderson que no acabó en gol por la intervención última de Militao.
Alaba venía de superar una lesión en le sóleo de su pierna derecha que le apartó de la Supercopa de España y le mantuvo en el dique seco también contra Athletic, Real Sociedad y Valencia en la Liga y Villarreal y Atlético en la Copa del Rey. Contra el Liverpool notó un pinchazo en los isquiotibiales, también de la pierna derecha, que ponen en duda su participación en el derbi de Liga contra el Atlético del sábado y la ida de las semifinales de la Copa del Rey contra el Barça.
Menos importante parece el percance de un Rodrygo que tuvo que ser sustituido por Dani Ceballos en la recta final, exhausto por el esfuerzo realizado a lo largo de todo el encuentro. El brasileño se fue cojeando sensiblemente, fruto de una sobrecarga en el glúteo de su pierna izquierda. En función de lo que determine un examen más exhaustivo a la llegada a Madrid, el delantero es por lo menos duda para el derbi del sábado.
Estas lesiones se suman a las de Aurélien Tchouaméni, Ferland Mendy y Mariano.
