Redacción
Denis Suárez vestirá la camiseta del Espanyol hasta junio. El culebrón del mercado invernal se ha resuelto y el exjugador del Barça volverá a Barcelona aunque sea solo por unos meses. En verano acabará su vínculo contractual con el Celta y luego su futuro apunta al Villarreal.
El club blanquiazul no tendrá así opción de compra en una cesión por la que pagará 200.000 euros fijos que podrían ascender a 600.000 en caso de salvación, según informó ‘La Grada’. La oficialidad se producirá hoy y Diego Martínez tendrá así el tercer refuerzo en este mercado invernal después de César Montes y Pierre-Gabriel.
El cuarto, una incógnita
Al Espanyol le faltará un fichaje más y no está tan claro quién va a ser. Desde Asturias se daba por hecho el traspaso de José Gragera procedente del Sporting, que iba a percibir 2,8 millones de euros y firmaría hasta 2026. Sin embargo los famosos ‘flecos’ no se terminaron de cerrar en las reuniones mantenidas hoy, por lo que su opción se enfrió. ‘La Voz de Asturias’ incide además que el Braga, el otro gran rival en la pugna por el joven mediocentro, ha hecho una contraoferta. Gragera priorizaba el Espanyol y tiene todo cerrado con el equipo catalán, pero mañana habrá ‘fumata blanca’ y podría no unir Gijón con Barcelona.
De hecho, al cierre de esta edición las posturas estaban más alejadas que acercadas, por lo que en ese contexto la opción de Paul Akouokou empezó a cobrar más fuerza que nunca. El centrocampista del Betis es el plan B del Espanyol, que tal y como adelantó ‘Estadio Deportivo’ ya lleva unos días barajando su incorporación. Los términos con la entidad heliopolitana están cerrados, pues el fichaje costaría unos cinco ‘kilos’, repartidos en varios palazos.
Pacheco, lejos
El otro pretendiente en la terna de futuribles blanquiazules es Fernando Pacheco, pero salvo giro radical el guardameta no se moverá del Almería y el Espanyol no reforzará la portería. Una diferencia de medio millón de euros, informó ‘La Grada’ es la distancia que separa a ambos clubes de cerrar el trato.
Ninguno de los dos está siendo flexible con su posición y las negociaciones podrían terminar por romperse. El equipo indálico desea dar salida a un portero con el que no cuenta pero no lo va a regalar. El Espanyol, viendo el notable rendimiento de Álvaro Fernández, tiene prisa pero no tanta urgencia para apuntalar la demarcación.