Redacción
Carlos Sainz ganó su primera carreraLo raro es que apenas hubo festejos en Ferrari por culpa de una pataleta de Charles Leclerc, quien acusó al equipo de perjudicarle con la estrategia.
Luego Carlos Sainz tampoco le ayudó en exceso en las últimas vueltas desobedeciendo las órdenes de equipo que le pedían que se situase a 10 coches de distancia de su compañero y que zanjó con el ya célebre «stop investing». La escudería italiana ha conseguido calmar a medias la situación.
El jefe de Ferrari Matia Binotto se comió el papelón de ir a cenar a Montecarlo para garantizarle que es el líder del equipo, aunque claro lo es momentáneamente. Sainz está a apenas 11 puntos de su compañero de equipo tras una temporada insólita de infortunios.
En Austria, la casa de Red Bull, Ferrari intentará demostrar que la relación entre sus pilotos no está ni mucho menos rota, pese a que las cuotas digan que la batalla está servida con ambos pudiendo pelear por ganar. Leclerc cotiza a [3.50], mientras que Sainz figura a cuota [3.50][9.00]
Los italianos ven el panorama complicado y no es para menos para un Verstappen que tiene una oportunidad de volver a coger aire tras su infortunio en Silverstone con las piezas del Alpha Tauri mermando su rendimiento. El holandés se querrá lucir ante sus jefes y la cuota de triunfo a [1.75] no nos parece nada mala para como están las cosas.
Outsiders
Ahora bien, es buen momento para medir el crecimiento del equipo Mercedes tras su gran rendimiento en Silverstone. Nos parece razonable pensar que pueden ser muy competitivos en la carrera al sprint que se celebra el sábado y por qué no quizá sea el día de estrenar de Lewis Hamilton esta temporada en la punta a cuota [10.00].
Por cierto, hay previsión de lluvia para el fin de semana y todos sabemos que eso significa que Fernando Alonso pueda hacer algo de magia. Un podio a cuota [14.00] no es ni mucho menos una tontería teniendo en cuenta que viene de su mejor resultado de la temporada con un quinto en Silverstone. ¿Y si El Nano consigue silenciar la guerra en Ferrari?
