Redacción
Gerard Piqué quería jugar el clásico de Las Vegas (sábado, 20:00 hora local), pero finalmente se ha descartado su presencia para no correr ningún tipo de riesgo. Evoluciona bien de su lesión en el aductor de la pierna izquierda, pero se trata de una lesión cuya recuperación es lenta y, de no tratarse bien, podría provocar recaídas.
De hecho, Piqué llevaba muchas semanas arrastrando molestias en el tramo final de temporada. Tantas que, finalmente, decidió parar. El último encuentro que disputó fue el 1 de mayo, ante el Mallorca, donde se probó sin poder acabar la primera mitad. Días más tarde, el Barça confirmaba que sufría «una reagudización de la tendinopatía del aductor largo del muslo izquierdo«.
En ese sentido, y aunque durante la gira por Estados Unidos había cierto optimismo ante la opción de que pudiera tener minutos ante el Real Madrid, se ha optado por ser conservadores. La temporada es larga y Gerard se ha marcado volver a ser el mismo de antes. Para ello deberá estar al cien por cien y cualquier obstáculo le alejaría de su objetivo. Además, este año tendrá mucha competencia.